Después de realizar la fase exploratoria de un suelo es necesario cuantificar la contaminación o no del lugar.
Existen una serie de criterios o procedimientos para determinar o evaluar la posible contaminación del suelo.
1. Comparar los resultados analíticos con los Niveles Genéricos de Referencia.
2. Establecer si el suelo está contaminados en función a lo estipulado en el Anexo III, del Real Decreto 9/2005.
3. Si se superan los Niveles Genéricos de Referencia, pero no en el umbral necesario para considerar el suelo como contaminado, será necesario realizar un análisis de riesgos que determine las características toxicológicas del contaminante, su posible migración e interectuación con un medio o persona receptora y los efectos que tendría sobre la misma.
Es necesario evaluar todos los factores del emplazamiento que contribuyen o en algunos casos reducen la probabilidad de efectos adversos para el hombre o el medio ambiente. La aparición de tales efectos adversos requiere la presencia simultánea de los siguientes elementos:
- Una fuente de contaminantes móviles en una forma tóxica y accesible para los seres vivos. En este sentido, son importantes las características de los contaminantes, tales como su estado físico, solubilidad en agua, presión de vapor, potencial de bioconcentración y biodegradabilidad.
- Una forma de exposición en el propio emplazamiento o en su entorno. En este segundo caso se requiere un mecanismo capaz de transportar los contaminantes hasta los receptores potenciales. Las rutas de transporte o Vías de Exposición comúnmente consideradas son: aire, agua superficial y agua subterránea.
- Un receptor sensible dentro de los límites del rango efectivo del mecanismo de transporte. Factores importantes que inciden en este aspecto son la densidad de población, el uso del suelo y del agua y la distancia entre la fuente de contaminantes y los receptores.
Es importante comprender el enfoque, puesto que pueden existir la contaminación y el receptor, sin embargo la contaminación no dispone de vías para su movilización, por lo que no existe riesgo para la salud del receptor.
Asimismo pueden existir contaminantes que sean fácilmente movilizables, y sin embargo no existir receptores potenciales, como puede ser el ejemplo de antiguas minas abandonas de cobre en el desierto de Atacama, Chile.
